La muestra propone una lectura no evidente de la obra de Carlos Rojas, al reunir cerca de cuarenta piezas bidimensionales, cuya circulación ha sido escasa tanto en espacios expositivos, editoriales y académicos. Las obras presentadas aquí provienen de períodos diversos; así, esta muestra se aleja de la ilusión de continuidad o evolución cronológica en el proceso artístico, para desplegar las preocupaciones conceptuales, matéricas y compositivas que atravesaron el quehacer del artista.
La exposición se articula bajo tres ejes de reflexión, los cuales abordan: la aproximación al espacio íntimo, el proceso de síntesis formal, y la importancia de la materialidad en la producción del artista.