La obra de Ricardo Rendón se estructura en la documentación de procesos, que en su repetición mecánica transforman, moldean, agreden y construyen complejas relaciones que hacen señalamientos a la laboriosidad; a veces cuestionando la pertinencia de la reiteración de acciones desde su valor agregado, a veces evidenciando que la suma de las repeticiones es mucho mas que la suma de cada acción. Así, el artista invita a reflexionar sobre la alienación en que con frecuencia
cae el ser humano a lo largo de sus jornadas de trabajo y la repetición que con frecuencia anula y resta capacidad reflexiva a las personas.