“No se dice nunca lo mismo” es una exposición que habla de la presencia de distintos sistemas y estructuras, principalmente de aprendizaje, que limitan o potencian las oportunidades de acción del ser humano. Para esto, Saúl Sánchez presenta piezas que se comportan como metáforas, en tanto que hacen referencia a como algunos de estos sistemas y patrones pueden fallar, sin llegar a desaparecer o tan siquiera transformarse. Así la ruptura con aquello que se espera en respuesta a un sistema determinado, puede solo suceder dentro de los límites de sus propias posibilidades.