En La Felicidad, Kevin Mancera viaja por América Latina buscando poblaciones que se llamen precisamente Felicidad, y a medida que avanza en su expedición, recopila en libretas de viaje, una serie de dibujos hechos in situ que gradualmente nutren la experiencia del viajero, y en conjunto, hablan de las complicaciones naturales de encontrar lo que se busca, de los incontables obstáculos para llegar al destino final. Su travesía es a la vez, una analogía sobre las dificultades mismas de la vida en general y del interior del ser humano.