A lo largo de sus trabajos más recientes, Ana Mosseri se ha concentrado en explorar el paisaje desde aproximaciones no convencionales, estudiando y revisando materiales que creen un diverso y vigoroso lenguaje pictórico.

Para Mosseri, , este ejercicio de contemplación del paisaje y de escenas cotidianas, muchas de ellas originadas en registros fotográficos hechos a sus hijas en medio del campo, ha significado un arduo esfuerzo por volver a lo básico y por lograr en sus pinturas el poder de la simpleza para plasmar la naturaleza.
Esa motivación, que ha sido la misma para muchos artistas desde inicios del siglo XIX nos lleva a volver a pensar y disfrutar de lo básico de la maravillosa experiencia sensorial de ver. Sin embargo, en esta serie de trabajos, Mosseri va más allá, convirtiendo el proyecto no solo en una experiencia de deleite visual sino
que recrea una situación multisensorial, al reproducir la topografía del lugar representado mediante estivas de madera en el piso, para que el espectador tenga posibilidad de recorrer el espacio como si estuviese en el mismo territorio que sirvió de inspiración a su propuesta.