La incertidumbre, la duda y el desconocimiento de lo ocurrido son una constante que acecha a los sobrevivientes y familiares de las víctimas de desapariciones en Colombia. La única certeza son los restos humanos que yacen en las llamadas fosas comunes. Estos son cementerios clandestinos que cada vez más, son hallados o denunciados por los victimarios bajo la aplicación de la llamada ley de Justicia y Paz. Por medio de esta ley se confiesan los delitos y se procede a la reparación de las victimas como una estrategia de post conflicto en busca de una paz duradera y sostenible, que es un episodio más de la historia contemporánea de nuestro país.