Para el Jardín de la nueve sede de Nueveochenta, Gustavo Villa propone una intervención titulada Jardín de Delicias. Para este proyecto, el artista crea una serie de poliedros y cortes geométricos en cemento hidraúlico (pintadas a mano con patrones locales que apelan a nuestra memoria local) que hacen alusión a las ideas de Le Corbusier y al debate estético sobre la arquitectura como “síntesis de las artes”. Para este proyecto, Villa parte de los cimientos del espacio para crear una escenografía que convierte las remanentes del piso en parte integral del paisaje natural.