«Detener la mirada» reúne tres aproximaciones al paisaje, ellas parten de preocupaciones y medios distintos (fotografía, pintura e instalación), y en conjunto constituyen una reflexión sobre la mirada contemporánea de los espacios naturales y los diálogos humanos con el mundo. La obra de Camilo Echavarría apela a un tiempo lento, tanto en el proceso de investigación, viaje y recorrido, como en la percepción de sus fotografías; la cantidad de información que contienen las dota de especificidad, texturas, y una potencia narrativa que obliga a detenerse. Los lienzos de Alejandro Sintura exploran la ambigüedad entre el hecho pictórico y el reconocimiento del referente, de allí que estos se encuentren a medio camino hacia la abstracción. Además, sus ejercicios de paisaje se concentran en la experiencia sensorial del cuerpo en el espacio, al estudiar los cambios atmosféricos. En el caso de Sonia Rojas, sus instalaciones abordan las tensiones entre la vida y la muerte, sus rituales y rastros, respecto a seres humanos y no humanos, a la vez que amplían la idea de paisaje al presentar – ya no representar – fragmentos del territorio, los cuales continúan su transformación durante el tiempo de la muestra.