Para Frank Badur (Alemania, 1944) la abstracción en el arte pareciera implicar la abstracción de la naturaleza humana. En su trabajo, influenciado tanto por el expresionismo abstracto como por la filosofía oriental, la reducción de los elementos formales, en busca de lo fundamental e irreductible de la pintura o el dibujo, es indisociable de una depuración de su propia identidad, en busca de lo esencial al ser humano.
Siendo el papel un soporte tan íntimo y el dibujo una técnica tan versátil, es en estas piezas en donde sus reflexiones se tornan más agudas y pueden apreciarse con mayor detalle. Si reparamos en ellas, descubrimos que las cuadrículas de fondo, a pesar de ser sistemáticas, son irregulares. Esto se debe a que fueron trazadas a pulso durante varias horas de inmersión en un estado meditativo, relativo a unas circunstancias emocionales
efímeras y específicas. Como si su autor hubiera dibujado un registro sismográfico de sí mismo, estas líneas vacilantes, ansiosas o sosegadas, representan un sondeo de su temperamento cambiante.
