Estudios sobre el cuadrado presenta una serie de gouaches sobre papel de la década de los noventa, que en su momento rompieron esquemas sobre lo que significaba hacer pintura. Como se mencionó anteriormente, el origen de cada una de las piezas está en el cuadrado y en cómo este en su fragmentación, generalmente en tres partes, construye rectángulos y líneas. Estas composiciones geométricas han definido la obra de Gil como Arte Concreto, ya que, además de sus estudios sobre las formas, el artista usa tonalidades monocromáticas.