El trabajo de Nicolás Beltrán parte de su interés por manipular la imagen con el fin de alterar la
respuesta que el espectador tiene frente a ella. Esto lo ha llevado a evaluar su propia mirada, no
solo en relación a la pintura sino también a una serie de situaciones que forman parte de nuestro
imaginario cotidiano. En su más reciente proyecto, Enchapes, el artista explora los reflejos, el
movimiento y la distorsión generada por la luz que cae sobre el agua represada en las baldosas del
baño, fijando su atención en una situación diaria que nos obliga a mirar hacia abajo, a irrumpir en
la imagen, a enmarcarla en una experiencia específica.