En Dinámicas Vitales, Teresa Sánchez aborda una serie de intereses que han sido recurrentes en su obra más reciente. En primer lugar, la artista parte de la acción de tallar el vacío, mediante la cual explora la intersección entre el dibujo y la escultura. Dicho ejercicio le permite delimitar líneas continuas que a su vez configuran distintos volúmenes, lo que resulta en una serie de esculturas livianas que parecieran flotar en el espacio. Por otra parte, Sánchez apela a las formas orgánicas presentes en la región Atlántica de Colombia, volviendo al manglar, aquél ecosistema intrincado que hace exactamente tres décadas le dio la posibilidad de hablar del dibujo desde la escultura.