Siempre habrá un acuerdo de existencia entre hábitat y organismo. Sin la presencia de alguno de los dos, ambos se eliminan. Así es como funciona la armonía de un par donde la protección mutua y el respeto priman para cumplir con el objetivo.
Acuerdo es una representación de este contrato que compromete el espacio y la figura. Se centra en la intervención del vacío en un volumen ambiental para ratificar la pura esencia de un complejo visual constituido por dos estructuras alámbricas, Habitáculo y Comunidad. Al estar totalmente interrelacionadas, se lleva a cabo una comunicación entre el ente trabajador en búsqueda de su propia permanencia (en este caso Comunidad) y el ambiente donde participa su existencia (Habitáculo). En escena, se observan claramente
algunas estrategias usadas por el ente para continuar con su sobrevivencia, como la unión de semejantes y la tolerancia, dando como resultado la creación de una comunidad que facilitará el trabajo individual, y la aceptación de un habitáculo como primacía en el camino hacia su meta.