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‘Ciudad perdida’, la nueva exposición de Jaime Ávila

Compartimos la nota de prensa del diario EL TIEMPO sobre la nueva exposición de Jaime Ávila. Aquí el enlace original.

“La luz eléctrica en la noche hace visible los límites de la ciudad. Es un sensor que determina los límites de la colonización de la ciudad”, dice Jaime Ávila (Saboyá, 1966), quien presenta ‘Ciudad perdida’, en Nueveochenta, en Bogotá.

El recorrido empieza en el primer piso, con piezas que aluden a la geografía de Ciudad perdida – cuyo nombre original es Teyuna– y a sus habitantes, los indígenas kogui. Todas las piezas, salvo unos dibujos, son en su mayoría paisajes en blanco y negro.

Allí se presentan vistas aéreas y nocturnas de ciudades imaginadas o conocidas y que crea desde su imaginación, sin usar fotos o bocetos previos. No aparecen humanos – salvo en las primeras piezas y en los dibujos donde el artista ubicó a un kogui realizando tres movimientos y, al fondo, unos mapas que encontró en un atlas, donde aparecen nombres de lugares que hoy en día han cambiado.

Ahí se empieza a develar la reflexión de Ávila, quien siempre se ha interesado en abordar la geografía y lo urbano. La colonización vista no solo desde el pasado sino como un proceso continuo y que también se manifiesta con las palabras. Por eso, en tres de sus piezas aparecen lugares ficticios que tienen nombres propios: Serranía de Juan, Llanuras de Julio o los Riachuelos de Victoria. Estos nombres representan, además de la reminiscencia de la conquista de los españoles, la forma como el campo e incluso los océanos han empezado a ser propiedad privada.

En otro de estos, también aparecen nombres, solo que ya no son españoles sino ‘gringos’. “A partir de los 70 y por las películas muchas personas empezaron a ser bautizadas con nombres gringos y es común tener una familia o amigo con un nombre así”, añade el artista.

En los cuadros más grandes, la reflexión sobre la ciudad y sus límites aparece ya no a manera de texto sino con dibujos hechos con tinta china, acrílico y una sustancia llamada piroxilina, que se utiliza para fijar, por ejemplo, la pintura de los carros. “Es una reflexión sobre lo terrenal, por eso en el cielo no hay estrellas”, dice, mientras señala una de las obras, en las que recreó las montañas de Bogotá.

¿Dónde y cuándo?

‘Ciudad perdida’ estará abierta al público hasta el 10 de septiembre, en Nueveochenta. Diagonal 68 n.° 12 – 42. Bogotá. Teléfono: 649-5478.

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