El trabajo de Jaime Ávila se desarrolla a partir del interés en la ciudad y en la re/construcción de una geografía urbana que se articula desde el reconocimiento de las relaciones económicas que marcan la noción de propiedad. Su obra representa aspectos de un orden heterogéneo que propone otras descripciones del mapa, y en esa medida, diferentes maneras de entender y observar el territorio.