En el cuerpo de obra de Matías Duville coexisten diferentes intereses relacionados con las formas de producción de la imagen y la construcción de paisajes imaginarios, cercanos a la ficción. Su trabajo se desarrolló a partir de materiales no convencionales —e incluso por momentos inventando sistemas de representación—, generando un grado de tensión entre las formas conceptuales y los procesos mismos de creación de sus obras. La relación entre los procesos materiales y las narración le permiten al espectador crear múltiples historias a partir de su experiencia de observación. Más que una referencia a un contexto concreto, el artista trabaja topografías imaginarias que se ubican en el plano de lo utópico y establecen una conexión con los procesos introspectivos de cada persona.